lunes, 18 de junio de 2012

Pablo Queralt: Poemas.






Pablo Queralt






















quien no conoce la cólera no vivió
como esa bandada de zorzales que cruza
el cielo como sin destino detrás de la lluvia
la ruta del sol la de siempre después de la siesta

estalla el canto del gallo con la misma fe
da la vuelta al mundo se alimenta de poesía
como los rostros de Carpani en esa fuerza obrera
de los vasos de vino vacios en almacenes ese suave
                                                                       humo

en otro lado de la ruta andando a los balazos
rompiendo la paz del campo de manzanillas
mis ojos piden paciencia ya la luz será azul
sobre los pastos en oleadas volando

en la caída silenciosa después del estampido
de garzas en el inmenso cielo a la tarde
cuando se van los turistas en ese aire fresco
de la vuelta en los camiones cargados de naranjas

escuchando en la Spica los resultados de los partidos
las notas del mirlo que se borran como un libro inédito
perdido en este lado de la luna este camión mugroso
con sus últimos nocturnos y una dulce llovizna en la noche perra
  

 ** **

9

cuando la casa cae desflecándose como una mente
que no puede sostenerse con sus buracos por el peso
del trote y levantás otra pared con que sangre que barro
despertás del retorcijón tragando luz entre las naranjas

del cielo mientras los árboles van anocheciendo allí
quedan tus amigos en la puerta de sus casas sus narices
con el motor de sus vidas frente al río en los límites de
la posibilidad ya todo estaba diagramado y yo me encierro
                                                                  en esta cápsula

en este mar paraguayo con mi odalisca de patio
el día de verano que salimos a nadar mar adentro
y cuando paré ya no estabas más todo era agua

y sol apunté al norte y a la noche llegue a la playa
nunca más te ví, los brazos eran plastilinas que no
cedían al temblor seria tarde por que los chicos estaban
                                                                  durmiendo.
                  
 ** **

7

esos instantes que sacan el azul
del cielo escucho sus cisnes hasta
el silencio de oro en el talión del brillo
ese mar respirando encima del secreto de la otra orilla.


El universo venía ahí
como un vals en su marea
siempre descubriendo algo

en el mapa de las yemas
al ras de esa vida mientras
ocurre la realidad


la sed del día en su agua
como una llanura una forma
de amar o ponerle peros a esa
agua que quien la encuentre entenderá.
   

 ** **


8

el ruido de las puertas
en el hotelito las palabras
del libro sobre el sol en los tejados

la música de cage que no está en ese latido
como aves flotando sobre nosotros en la cama

mi corazón secándose día  y noche en sus venas
hasta encontrar la calma que te estoy ofreciendo
una oscuridad aprende a vivir en nuestras vidas

llena de palabras nuestros pasos en un lenguaje
que nos deja en el silencio con su horizonte de bruma.


** **

pollo al champignon lomo
a la eduardo séptimo al marsala
escalopes revuelto gramajo
chernia salseada con hierbas
y crema de espárragos todo
por error o por sorpresa
puede perderse

pero alguien lo guarda en su libreta
de recetas a través de los años

y se sostiene pero cuidado con
que esté todo el tiempo allí
puede borrarse


hay algo más en esos
instantes que estás distraído
en que todo el pueblo bebe pisco

como una interrupción
que te lleva a comprender
como se van dando las cosas

amen, momento precioso


como ruge tu fuerza tu apetito
si te das permiso para disfrutar


comer como algo del eros

que te dice este es tu momento
tu parada

como si todo hubiera vuelto
a su comienzo

seguís insistiendo en tu mismo
idioma tus manzanas tus comidas
expandiendo tu interior


y fluís
en el peso del color
del aire

hasta que el agua te llega
y esa masa se extiende en espiral
en exceso

como cuando le decís algo
a alguien
que hace que nadie quiera
acercarte más a vos

y no te invitan
y volvés al espejismo de la casa
de esa palangana esa serie desaparecida


otras comidas fuertes
para pasar el mal trago
momento momentos momentos
cuánto ruido ruidos que soledad

y otro avance en la letra pequeña

ossobuco con salsa de pimientos
al vino tinto calamares rellenos
polentas gratinadas con guiso de rabo

zapallos azucarados de postre con crema batida
cognac
y al dormir


viene y se va
de vuelta a la vida
de la calle

esos velos
que no calman
nunca la sed

cociná cociná cociná

lo que hiciste hacélo ahora todo al revés


y ahí ponés los huevos
en el agua como a un niño en la cuna

los huevos poché de gallina de campo
que pasea al aire libre
rojos anaranjados

y escuchás la música amarilla de los tomates
y la panceta en la sartén

mientras molís la pimienta y ya las
arvejas y las habas blanqueadas
en manteca con los espárragos trigueros
(delicia del jardinero)
que construís en tu garganta

cordero cordero en cebollas
para mi amiga que me visita
esta noche
cantar de los cantares

ah necesitaba ver toda esta
luz del color de la naturaleza

pondré la mesa las sillas
de plástico
el mundo quedara afuera
haciendo ruido con el viento

 

 Pablo Queralt  (Buenos Aires, 1955) Poeta. Ha Publicado, entre otros títulos:
Cansancio de lo escrito(2001) ,  Un seductor mañana (2004), poema de la nieve (2009), Escribí mi nombre (2010) y 89 golpes y un whisky (2010).