martes, 27 de enero de 2015

Luis Benítez: poemas inéditos



Luis Benítez





















nadie sabe dónde estuvimos

toda la tarde llovió
y nadie sabe dónde estuvimos
de ahora en más
me quedaré en tu sombra
viviré el fin de las estaciones cuando
el insecto retorna a su estado de larva
listo para creer que cada uno que anda
por la calle es uno que yo conozco
pero yo me quedaré en mi cuarto
hecho de tu sombra
en una habitación oscura
donde la muerte es una desorientada mensajera
donde entro en esa pobre tan mínima luz
sea como eso sea


a un árbol incendiado en ezeiza

en el suelo ya flores
y hojas son los días
como el amor descuidado
por un alma salvaje

las llamas son pájaros que susurran en sus ramas
y mariposas hambrientas volando cada chispa

el mundo con ser tan grande
entero cabe en el incendio
se disuelve en el aire
se convierte en lo acre del perfume
mientras que un rostro se enciende

en lo encendido
abre sus ojos y nos mira

no entrará en la noche
sin llevarse algo de nosotros
y como en un sacrificio antiguo
el que enciende el fuego por la tarde
es lo que humea al alba todavía

qué veloz es su bala que nos atraviesa
hasta llegar a la primera juventud y sigue
para matar al niño que se nos parecía



fruta de los charlatanes

sus ojos son ventanas a la noche
un fuego que no cesa de girar
sobre unas caries que hacen intolerable este mundo y los demás
dan ganas de preguntar qué tan preparado está usted
para hacer uso pronto del evangelio la guía michelin del espíritu
en esta tarde seca como los huesos de un perro
una explosión sinfónica que gusta de introducirse en sus criaturas
seguramente le brindaría una porción de la calma que tienen los ángeles
como salida del vientre de una máquina
dispensada por el aparato que todas las estaciones de servicio
tienen en su patio de atrás

no fue acaso antes fernando  p. treinta y cinco y contando
el primero en desdibujarse hasta transformarse en esa sola moneda
que lleva usted en su bolsillo

inclusive
cuántos asesinatos hace que no brinda con soda
como hacen todos los estúpidos de esta tierra
ajenos al licor de caña y todas las otras buenas cosas
mientras el empapelado cae y cae en láminas
decoradas hasta el innumerable hartazgo con su cara
en esa casa ambigua esa casa desierta sobre esa colina
que ya sabemos
donde no se puede pensar y ciertamente nadie debería hacerlo

también nuestras madres pensaron en el futuro de sus maridos
un garañón luminoso el pegaso de la oficina
que de un día al otro transmutaría en enrique el grande
en jacobo el magnífico (tantos son los nombres
de los sultanes cotidianos) y allí los tiene
atentos al televisor apagado       la vacía lata de cerveza
sostenida por la artrosis         comidos por el impétigo
conversando con su infancia en el salón literario del alzheimer

la suya es una noche que no dispara



un buen “capitán garfio” con hielo: última receta para ser feliz

dos medidas de vodka una de vermouth rojo media de jugo de arándanos y allí vamos de cabeza al infortunio el cóctel que mejor combina con el gusano que nos roe por dentro como un traje negro para un asesino serial

a perseguir a la chica de cabellos dorados por toda la calesita con el cuchillo en la mano a entrar por la ventana mientras duerme la viuda a colocar minuciosamente bombas en las cañerías de la escuela donde nos aburrimos y


fuimos sancionados

a escupir tantas caras que ya perdimos la cuenta a decir lo que nunca se debe decir sí sobre todo a decir lo que no se debe decir porque eso daña más que todas las pistolas las heridas cierran las palabras no




taxidermia

tomar un buen poema y quitarle cuidadosamente las tripas
que son tan venenosas como las del pez globo
rellenarlo de paja académica
peinarle los pelos como está a la moda aunque
insistan en irse para el otro lado
colocarlo sobre un pedestal y aplicarle en la base
una placa de bronce con su nombre imaginado en moderno latín

y la bestia inmóvil nunca más joderá


Luis Benítez (Buenos Aires, 1956) Poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York y de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes. Miembro de la Asociación de Poetas Argentinos (APOA) y de Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina (SEA). Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria, entre ellos el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); la Mención de Honor del Concurso Municipal de Literatura (Poesía, Buenos Aires, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Tercer Premio Eduardo Mallea de Narrativa (Buenos Aires, período 1995-1997); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008). Sus 36 libros de poesía, ensayo, narrativa y teatro han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay. En 2011, la editorial española Publicatuslibros.com editó en e-book, en 3 tomos, sus “Poemas Completos (1980-2006)”, con ensayo introductorio del Prof. Luis González Platón, de la Universidad de Madrid. La descarga gratuita de Poemas Completos puede hacerse desde: www.publicatuslibros.com

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Los poemas publicados serán editados en 2015 bajo el título “Nadie sabe dónde estuvimos” por Ediciones Llanto de Mudo, de Córdoba, Argentina, y por La Caletita Editora, de México D.F.
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